¿ Ya tienes tu entrada
para la Tomatina?
Debes
saber que aunque el acceso al pueblo es libre y podrás disfrutar de muchas
actividades paralelas, para poder acceder a la zona de lanzamiento de tomates
es necesario adquirir una entrada que te permitirá entrar al recinto de la
batalla y participar en La Tomatina lanzando más de 120 toneladas de tomates.
Las reglas de la fiesta
Si quieres que la Tomatina siga siendo divertida debes
respetar estas normas:
1) La Tomatina se celebra
el último miércoles de agosto.
2) La Tomatina empieza a las 11.00 am y termina a las 12.00 en punto.
3) No entres botellas ni
objetos duros; puedes producir accidentes y daños a tus compañeros de batalla.
4) No rompas ni lances
camisetas, ni las tuyas, ni las de los demás.
5) Aplasta los tomates
antes de lanzarlos; el golpe será menos contundente.
6) Mantén una distancia
prudencial con los camiones.
7) Sigue las indicaciones
del personal de seguridad y deja de lanzar tomates cuando oigas el disparo.
Consejos prácticos
En La Tomatina siempre
te divertirás, pero, si quieres que sea inolvidable, ten en cuenta estos
consejos:
1) Lleva ropa vieja o que no vuelvas a usar más; lo más probable es que acabe
para tirar. Lo ideal: camiseta blanca.
2) Elige zapatillas
cerradas; es preferible a las chanclas, que puedes perder en la batalla del
tomate.
3) Las gafas de bucear
pueden venirte muy bien. El ácido del tomate pica mucho en los ojos, pero
limpia la piel. ¡Exfoliación de tomate!
4) Si quieres hacer
fotos, utiliza una cámara resistente al agua y a las caídas.
Y, por supuesto, ¡disfruta al máximo !
Historia de la Tomatina
Todo comenzó el último miércoles de agosto del año 1945,
cuando unos jóvenes pasaban el tiempo en la Plaza del Pueblo para aisistir al
desfile de gigantes y otros actos de la fiesta. Los chicos decidieron
participar en un desfile con músicos, gigantes y cabezudos. El ímpetu / el
entusismo (l’élan, la fougue) de los jóvenes hizo que cayera un participante (un
participant tomba). Preso de la ira (pris de colère), comenzó a golpear todo lo
que encontraba a su paso (il commença à balancer tout ce qui lui tombait sous
la main). Por un capricho del destino, allí había un puesto de verduras: la
gente empezó a tirarse tomates de unos a otros hasta que las fuerzas del orden
público (la policía) pusieron fin a aquella batalla vegetal.
Al año siguiente, los jóvenes repitieron el altercado de
forma voluntaria y llevaron los tomates de su casa. Aunque la policía disolvió
en sucesivos años la reciente tradición, los chicos, sin saber nada, habían
hecho historia.